Altamente sensible, un don sin conocer

Sintiéndote imperfecta, viviendo en alta sensibilidad… hasta que comprendes que es un don que te hace diferente y que te permite experimentar la vida desde otro lugar

 

Conversaciones rápidas, entornos altamente sobrecargados, energías densas y mucha estimulación… y parece que no te encuentras, que no te sientes bien. La sensación de no saber gestionar determinados entornos, situaciones y personas específicas y te crees ser imperfecta por no saber estar donde otros bailan la musica de la que quieres escaparte.

Cuestión de sensaciones para cuya descripción a veces nos faltan palabras, vivencias que tratamos de explicar desde un estado de vulnerabilidad y cansancio… energía agotada, batería sin reserva y halo de tristeza que nos recorre por no entenderte en una realidad donde aparentemente nada te señala.

Y descubres que tan sólo es una cualidad de la personalidad que nos viste, ningún rasgo patológico, sólo un matiz que te hace sentir y ser de manera diferente.

Sin saberlo o hasta descubrirlo, generamos una herencia detrás de ella que condiciona la forma de sentir el mundo y de vernos a través de él.

Personas altamente sensibles (PAS), almas sutiles que respiran mejor el silencio que el ruido, que se mueven mejor cuando las energías son elevadas y las luces tenues, susurros frente a gritos, caricias frente ausencias, conversaciones elegantes antes que la zozobra muerda el momento

La realidad de ser altamente sensible, un bien escaso, condición que te ayuda a entender cómo procesar determinadas situaciones y te arma de recursos para saber destilar las que intoxican tu energía y con ello dañan tu presencia.

Descubrir que eres capaz de asimilar matices y sutilezas donde los demás no llegan, dar alas a tu libertad de elección y con ello a la responsabilidad de elegir espacios de silencio para desterrar de tu cuerpo la sobrecarga de energía que hace tambalear tu bienestar.

Es el arte de la sensibilidad, la capacidad notable de experimentar las sensaciones internas de manera diferente, de momentos de creatividad e intuición que derrochan maestría, gran pasión y entrega que impregnan cada cosa que hacemos por no saber hacerlo de otra manera. Pura sensibilidad que nos lleva la limite de lo conocido para experimentar momentos de maxima vulnerabilidad y conexión con la esencia más profunda de nuestro ser.

Descubrirte para saber qué cualidades te definen y encontrar la manera de honrar esa diferencia poniéndola en valor frente a ti misma.

Mostrar que la soledad es un bálsamo que nos relaja del mundanal ruido para encontrar el camino de retorno a casa cuando nos sentimos perdidas. Vivir sin la presión de tratar de ser lo que no somos y descolgarse de todas esas etiquetas que nos cuelgan por no ser como la gran mayoría.

Mostrarte sencillamente como alguien no imperfecto sino especial, abrazando momentos de profunda incomprensión como otros tantos, capaces de vivir experiencias que rozan lo más elevado que podemos vivir en esta experiencia que todos compartimos.

Te reconoces?


 
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