La capacidad para ir profundo
¿Cómo es tu capacidad para ir a lo profundo una y otra vez?.
Es difícil y cada día más, bañarse en profundidad si ni siquiera sabes que puedes descubrir.
Todo parece enfocado en la inmediatez y entramos en el juego de acumular cosas cuando lo realmente valioso es coleccionar momentos… de calidad
¿Cuánto tiempo dedicas al día a limitar la fricción de lo superficial?.
Vivimos en la era de la distracción con mucha ausencia de valor, en el sentido más literal.
No puede haber espacio para asimilar ni procesar nada de lo que no atendemos de manera consciente. ¿Serias capaz de separar lo que no te aporta valor en un ejercicio de ordenar la cantidad de cosas que hacemos en un día cualquiera?
Separar para ordenar y dejar mas espacio… te lo has planteado alguna vez? Solo te hago un pequeño guiño.
El trabajo superficial impera hoy en día asumiendo nuestra falta de memoria como un proceso natural de nuestra madurez.
Quizás es parte del resultado de no dedicar tiempo de calidad a una concentracion carente de distracciones.
¿Cómo dar pasos hacia lo profundo?.
Hay momentos que la vida nos demanda esa necesidad si queremos hacer algo excepcional. Otras sentimos el impulso de querer gestionar un cambio vital con altura de miras si queremos ir hacia delante con éxito.
Sin más motivo, que cuando nos damos cuenta de que lo que nos venden no es lo que realmente nos hace felices.
Éxito de vivir y disfrutar desde la seguridad y confianza de conocerse a uno mismo.
Demasiado mercadillo para tan poco sentido de lo profundo. Ahí no lo encontrarás, impera el mar de lo superficial alimentado por el ruido con demasiado alcance.
Alejate de vez en cuando y trabaja para ir desarrollando tu capacidad de ir a lo profundo de lo que haces y permite explorar el limite de tus capacidades. Poco a poco, como el que empieza a surfear las olas antes de entrar en la profundidad del mar.
Será el tiempo mejor invertido, el aprendizaje más sólido y el desarrollo con más recorrido. Con la ventaja de no ser expuesto ni la exigencia de ser reconocido por nadie y si con el disfrute de saber quien eres, lo que quieres y necesitas para vivir desde donde te sientes bien. Desde ahí el tiempo parece que se para, ya no hay tanta prisa en vivir, sino en disfrutar y compartir lo que somos, lo que hacemos y descubriendo que cada dia que vivimos más en la profundidad de quienes somos restamos foco al estres de vivir la vida que no reconoce quienes somos.
¿Como empezar? Por el principio… por tomar conciencia de la necesidad de cambiar hacia esa estilo de vida.
A veces, la vida nos sorprende con esos días en los que todo parece ir al revés. Tal vez hoy te has levantado con la sensación de que el mundo te pesa más de lo normal, como si esa lluvia que cae fuera se hubiese instalado también dentro de ti. Yo los llamo "días de perros". Pero, ¿sabes qué? Esos días también tienen un propósito, una lección que enseñarnos.