Siendo Resistente
La Vida en sí misma es pura resistencia a Ser con lo que vivimos diariamente. En mayor o menor medida existe el impulso por vivir sintiéndonos bien con lo que hacemos… con lo que vivimos.
Tratamos de mantener el equilibrio casi a diario con la cantidad de eventos que nos acontecen en una cultura social cada vez más acelerada, que por reacción natural, nos induce a buscar el equilibrio sobre todo interno si no queremos enloquecer antes de lo esperado.
Cada uno con sus estrategias personales y con todo este entorno que trata de decirnos lo que tenemos que hacer sin predicar con el ejemplo muchas veces, nos perdemos deambulando entre modas siempre pasajeras.
Volver a uno mismo desde la sencillez del silencio te permite reforzar esa personalidad resistente ante tanto movimiento, anclado en un mayor compromiso cuando sabes a que te estas comprometiendo. ¿Dónde atribuyes la responsabilidad de lo que te ocurre? Dejándola fuera al son de la música puede que bailes la canción de moda sin ser la tuya. Mejor localiza el control de lo que quieres vivir dentro de ti para asumir nuevos retos e ir a por ellos. No se trata de soñar despierto sino de ser real para asumir que lo que ocurre en tu vida en gran parte depende de lo que tú hagas. Si no actuamos para cambiar las cosas seguramente no cambiarán… y si lo hacemos se generara un cambio sin saber de antemano si es el que buscas… no te olvides de esto para no caer en falsos mensajes grandilocuentes tan de moda.
¿Cuán abierto estás a que las cosas no salgan como piensas? Andamos siempre queriendo saber cuando la vida constantemente nos muestra que no tenemos ni idea de lo que está por venir… Me pregunto de dónde nos viene tanta soberbia.
Date un espacio cada dia para volver a ti con momentos de silencio.
Entrena la mente para observar con perspectiva que cuento te estas contando y cómo te está definiendo.
Define donde está tu equilibrio y control interno para ser más tú que el reflejo de lo que te rodea.
Ser Resistente es un arte que se cultiva cada día siendo uno mismo.
A veces, la vida nos sorprende con esos días en los que todo parece ir al revés. Tal vez hoy te has levantado con la sensación de que el mundo te pesa más de lo normal, como si esa lluvia que cae fuera se hubiese instalado también dentro de ti. Yo los llamo "días de perros". Pero, ¿sabes qué? Esos días también tienen un propósito, una lección que enseñarnos.