Último día del año…

 

Último día del año…

Inevitable hoy hacer un recorrido del año que se va. Mirar hacia atrás y ver lo que hemos vivido juntos y cada uno consigo mismo. Por un momento paramos para hacer un balance, una fecha referente para hacerlo y que invita a un cierre para una nueva apertura. 

A mi particularmente me gusta hacerlo y escribir para ver mi recorrido y poder enfocarme de nuevo. No siempre se camina en línea recta y este año ha estado lleno de caos, de incertidumbre, de cambios, de desequilibrio interno, de emociones intensas y de retos profesionales, todo ello reflejando que la tormenta siempre está fuera y que es una constante invitación a regresar a mi centro.

Un año complejo, en todos los sentidos, y a la vez lleno de aprendizaje y de rendición. Cada vez más en busca de la calma interior para estar bien conmigo y con todo lo que me rodea. Poder encontrar ese espacio donde abrazar nuestras luces y nuestras sombras, ser consciente de que la realidad baila su propia danza y que la aceptación se escribe con mayúsculas sin ser sinónimo de rendición.

Ha sido un año para saborear de nuevo la humildad del ser humano ante la grandeza de la naturaleza y elegir la sencillez de los pequeños momentos como regalos de incalculable valor ante un tiempo cada vez más indefinido que nunca. Volver a la quietud interior para poder respirar profundamente la agitación que nos ha rodeado y que sigue con nosotros.

Mis mejores deseos para todos en este año que llama a la puerta…

Un continuo en la vida…

Un momento para vernos de nuevo…

una parada para abrazarnos y seguir en búsqueda…

aquella que nos traiga la paz interna para estar bien aun estar mejor, contigo y siempre con todo.

Feliz 2022!!



 
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