Agotada de darle vueltas

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Así nos quedamos muchas veces cuando queremos tomar una decisión y nos pasamos tiempo dando vueltas al mismo tema sin mover ficha, o lo que es lo mismo, con una emoción que nos paraliza y nos acaba agotando antes de empezar.

Cuando no tenemos acceso a toda la información que creemos necesitar, algo obvio por cómo funciona nuestra mente, solemos enfocarnos más en lo que perdemos que en lo que podemos ganar antes de empezar.

La secuencia en el tiempo empieza con un momento de excitación, o la toma de la decisión en sí misma, sólo de pensar en tomarla… acción.

Después de esa excitación, vendrán a corto plazo las consecuencias del cambio y mucho más tarde, a largo plazo, lo que ya está dicho y hecho irá consolidándose día tras día.

Este proceso en el tiempo es algo que podemos investigar antes de la toma de decisiones con una secuencia de preguntas para poder mirar hacia delante y no quedarnos tanto en el momento presente, a veces un poco paralizante, por el sentimiento de aversión a la perdida ante los cambios.

No es más que hacer 3 preguntas respecto a las consecuencias de la decisión a tomar:

1.- ¿Cuál será la consecuencia de mi decisión a los 10 minutos de tomarla?.

2.- ¿Y a los 10 meses?.

3.- ¿Y a los 10 años?.

Se trata de la Técnica 10-10-10 de Suzy Welch, que investigó en detalle el funcionamiento del cerebro durante la toma de decisiones y que nos puede ayudar a tomarlas poniendo el foco hacia el futuro. 

Es un trabajo que permite analizar la gran cantidad de obstáculos, metas, creencias, valores, sueños que se sitúan en el momento presente y permite ordenar las decisiones con la proyección a largo plazo que más resuene con quiénes somos o creemos ser. Es un momento de reflexión y profundización que puede darte el impulso que necesitas para tomar la decisión y superar ese primer momento álgido emocional que suele ser el freno que te paraliza. Todo depende del tiempo que te dediques y de lo sincero que seas contigo mismo.

Al final se trata de afinar con decisiones que garanticen la mayor coherencia a medio y largo plazo posible con nuestra manera de entender la vida.

Esta claro que asumimos riesgos con cada decisión que implica un nuevo camino, que hay pérdidas y también ganancias, que nos invaden emociones agradables y otras que a veces no lo son tanto. Pero lo importante es decidirse y pasar a la acción avanzando en la vida, aprendiendo de uno mismo para poder ir diseñando el traje que mas se ajuste a nosotros mismos.

Sólo o acompañado en el proceso, esta técnica te puede ayudar a tomar decisiones que podrían ser dolorosas o difíciles y que seguramente están reflejándote más sobre quién eres que la propia decisión en sí misma.

Y cuando las cosas no salen como habíamos calculado… siempre nos llevamos un aprendizaje nuevo que nuestra mente no llego a ver junto con una dosis extra de humildad, no crees?.



 
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